Sé, que piensas que ya no te escribo,
que no tengo tiempo de verte o escucharte,
la verdad , creo que tenemos demasiado tiempo,
y a veces presto menos atención.
Ahora que serás mi esposa,
te veo a diario, y platico contigo,
a veces, estoy tan seguro de tenerte,
que me he olvidado de decir lo que siento.
Bueno, aquí estoy de nuevo, como siempre,
a tu lado, diciéndote lo mucho que te amo,
que me haces falta aunque estés aquí,
y que no me olvido de la persona que realmente eres.
Desde que te conocí supe que eras tú,
tal vez no te importe saber esto, pero sabes,
realmente me sentí superior cuando me diste el sí,
y si supieras hasta donde viajé con el primer beso...
En fin, te doy las gracias por esas alegrías,
por esas tristezas en donde, simplemente
te paraste a mi lado
y dijiste: estoy aquí.
Gracias por tus consejos, y por ser tú,
por tu sabiduría y tu inteligencia,
por tu fragilidad y tu fuerza,
por amarme y dejar que te ame.
Eres mi ángel, no lo olvides
no olvides que gracias a ti he llegado a ser lo que soy,
has sido el sostén y el motivo,
la lucha que ha llegado a la resolución.
Sé, que todavía no eres mi esposa,
sé que esto no tiene ni una sola rima,
sé que todo eso ya lo sabes,
pero sin todo eso, esto jamás hubiera pasado.
Ayer, dije lo que sentía,
hoy, siento mas de lo que pensé
y mañana..
cuando me digas que no te he dicho nada bonito,
que ya no te he escrito nada,
que ya no te quiero como antes...
me mostrarás esta carta y te diré:
Lo siento, se me pasó
pero siempre te he amado,
y, aunque casi no lo diga, eres todo para mi.
No te apartes de mi lado.
Te amo. Y
